domingo, 2 de diciembre de 2012

¡Qué mal se lo monta el ser humano!

¡Qué mal se lo monta el ser humano! ¿O no? Ya veremos...

Nacemos y según el lugar donde te haya tocado en suerte salir del útero materno vivirás una vida, pero algo muy diferente podría haber ocurrido de nacer en un lugar distinto. Por lo tanto ya desde que tomamos contacto con este mundo, estamos condicionados por la canción de Marisol “La vida es una tómbola” así que  puedes nacer en el cielo o en el infierno. Aunque a veces aún naciendo en el infierno eres más feliz que en el cielo, todo depende de cómo sea ese cielo o ese infierno que te tocó en esa tómbola de la que hablamos. Hay otra cuestión que condiciona tu vida y que también forma parte de esa lotería, si eres hombre o mujer, blanco, negro, rojo o amarillo, si eres guapo o feo, rubia o morena, gordo o flaca, simpático o antipático, listo o torpe, más o menos propensos a padecer enfermedades ... En fin podría seguir así toda la mañana. Según seas por dentro y por fuera  tendrás una vida maravillosa  o una  mierda de vida. (Perdón por la expresión) Todo dependerá de los números que te toquen y de cómo los utilices.

Sigo avanzando, vamos creciendo, y cuando ya nos estamos adaptando a nuestra nueva vida fuera del útero, nos llevan a un lugar que puede ser maravilloso o no, la escuela, entramos a los tres añitos y salimos del colegio ¿Cuándo? Depende, obligatoriamente estamos hasta los 16 años, se supone que con esta edad ya puedes empezar a trabajar.  Pero si tienes la “suerte” de hacer una carrera, sales con aproximadamente 23, si todo ha ido bien y no has tenido que repetir ningún curso. Por lo tanto, desde los 3 años hasta los 23 (En el mejor de los casos) ¡Veinte años de nuestra vida! Tenemos que acudir a este lugar donde se supone que vamos a aprender a vivir y a convivir. Seguimos con la tómbola según en el colegio que estés y el profesorado que tengas, vivirás la escuela de una forma o de otra. También aquí tenemos números para jugar con los que ganamos, perdemos o incluso nos estampamos contra el suelo.

Salimos de la escuela y nos toca buscar trabajo, vamos a suponer que tenemos suerte (Otra vez esa tómbola) y encontramos un trabajo que nos gusta y para el que estamos preparados, es difícil pero no imposible, en este caso nos ponemos a trabajar con 23 años hasta ¿Cuándo? Cuando nos jubilemos con XX años. Ya se supone que hemos cumplido con nuestra obligación y hemos ganado lo suficiente para vivir “bien”... Pero claro, ahora tenemos tiempo y dinero pero no tenemos ganas, pues ya estamos un pelín cascados para poder seguir “disfrutando” de la vida. Mejor disfrutar de la vida cuando aún somos jóvenes, pero no, nuestra juventud la pasamos trabajando o estudiando. En nuestra vejez nos hemos ganado el derecho a descansar. (Algunas personas no lo consiguen, desgraciadamente se jubilan y mueren) (Otras empiezan a disfrutar de la vida en ése momento, pues aún su cuerpo está en condiciones) Otra vez esa dichosa tómbola.

Me estoy centrando en el tema principal que ocupa nuestra vida, el trabajo, pero hay otro tema que quizás se ajusta más a la canción de Marisol que he mencionado anteriormente,  el amor, uno de los aspectos más importantes en nuestra vida pues desde que nacemos, aquí también tenemos esos números de la tómbola, podemos recibir  el amor de nuestros padres o no, el ser humano tiene esa particularidad, aunque parezca increíble hay padres y madres que no quieren a sus hijos, es triste pero es así. Con alguno que otro me he encontrado aunque ellos sean incapaz de admitirlo y por sus hijos MAAAA- TEEEEN...

Ya en la infancia, encontramos nuestro primer amor, algún compañero de clase, algún que otro maestro, algún amigo de la familia. Correspondido o no era importante para nosotras...

Como dice la canción de Marisol: “En la tombola del mundo,  yo he tenido mucha suerte porque todo mi cariño a tú número jugué, yo soñaba con tu nombre, esperaba conocerte y la tombola del mundo me premió con tu querer”  Lo ideal sería que todo el mundo tuviera esa suerte pero desgraciadamente no es así. 



Bueno os dejo con la canción de Marisol, ya me gustaría a mi que la vida esté llena de luz y de color para todas las personas.




Aquí lo dejo ¿Estás de acuerdo conmigo en que el ser humano se lo monta muy mal?

Otro día hablaré sobre las alfombras rojas...
Hasta pronto

1 comentario:

  1. Bueno yo creo que sobre todo en la etapa de juventud-adolescencia también hay quienes juegan un papel crucial en nuestra educación: la familia y l@s amig@s. Los primeros son nuestros padres, hermanos, tíos o primo mayores que, cada cual a su manera, nos van dando grandes lecciones de vida que se nos quedan grabadas a fuego en el subconsciente. Los segundos, son nuestros compañeros de fatigas con los que dia a dia vamos aprendiendo, de una manera más "de igual a igual"...

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