martes, 29 de mayo de 2012

Ah no, yo eso no.

¿Que no qué?, me pregunta perplejo el señor mecánico de coches.
Que yo no aguanto regañinas. No me voy a castigar por lo que he hecho, ni dejaré que nadie lo haga.





No, si no es castigo, pero si hubieras parado el coche...
No podía
¿No?
No
¿Por qué?
Porque quería llegar a mi casa.
Pero si se enciende el termómetro...
¿Termómetro? ¿Eso parece un termómetro?
Sonríe y me mira con condescendencia... Qué burra, debe estar pensando.
Mira, llevo todo el día en la calle, trabajando finamente, arreglando mi cachito del mundo en un lugar secreto, amando tiernamente a mis hombres y todo lo he hecho bastante bien, así que quería llegar a casa y descansar. Y recé.
¿Rezaste?
Sí, dije: Señor, me conformo con llegar al Carrefour. Pero al del Aljarafe, no me vayas a mandar a la otra punta de Sevilla. Y me ha hecho caso; de hecho, el humo no empezó a salir en serio hasta casi mi misma calle, todo un detalle por su parte, ¿eh?. Si es que hasta rezar se me da bien, ¿me voy a castigar por no haber parado el coche cuando olía como un filete canceroso?
¿Eso qué es?
Pues es un filete que empieza a quemarse. Tú lo hueles, pero estás en el ordenador terminando una cosilla, como yo ahora escribendo este episodio contigo, y piensas que se tostará, pero no se quemará. Pues algo así he pensado yo hoy con el coche... Es metálico, hasta que se queme tendrá que echar algo más de humo, ¿no?
Bueno... Me mira perplejo.
¿Qué?, le digo... ¿Podré pagarlo?
Hombre, la junta de culata es muy cara... Si hubieras parado antes... ¿Tú le miras los niveles al coche?
Pues no. Yo no.
Es que hay que hacerlo.
Ah. ¿Y a ti qué tal te sale el salmorejo o una programación de aula innovadora?
Hombre, claro, cada uno lo suyo.
Pues eso.
Pero es que... Escúchame un momento... Si un manguito tiene un agujerito y el agua o el refrigerante van cayendo...
¿Manguito? ¿Tienen manguitos los coches? ¿Qué manos tiene el coche que hay que calentar con manguitos? Y pistones, dices... Eso me suena a pop español de los 80, qué tiempos, ya no hacen música como ésa.
Me mira con desasosiego, entregado, me dice: Vale... Dame los papeles del coche que yo mañana llamo a la grúa. A mi mujer le pasa lo mismo.
¿Lo mismo? ¿Qué es lo mismo? ¿También guisa bien?
Bueno, vale, vale, no te preocupes, ya te diré cuánto es y como ha quedado.
Eso es, no necesito que hagas más. De castigarme ya me encargo yo, y va a ser que no me pongo de cara a la pared.



La imagen la vi en este blog.

7 comentarios:

  1. No pasa nada, chica. En Francia estuvo de moda un año eso de freír coches.

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  2. Todavía recuerdo cuando, a mis 20 años ardió mi primer coche, un 850 con motor trasero. Mi hermano acababa de desmontar y volver a montar el motor con idea de arreglarlo, exactamente, un manguito que perdía gasolina. No recuerdo que él se reconociera culpable de nada.

    Cuando vi las llamas salir por la parte trasera lo tapé con una manta de cuadros que llevaba en el coche. Un amable conductor de camión vació su extintor en el coche y asunto terminado. Vamos que me has hecho revivir el susto con todo detalle.

    Pero lo tuyo es solo un ensayo sobre género ¿no?

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  3. Muy bien Lola. Cada una para su coche cuando quiere que para eso es suyo. Que no sea nada compañera pero eso de la junta de culata suena a dineritos, muchos.
    Un besazo.

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  4. A ver si ahora tendremos que saber funciones de mecánico... yo siempre les digo que para eso les pago, para que entiendan ellos de lo que les toca y me dejen a mí con lo mío.

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  5. Yola, es (casi) todo verídico.

    Chelu, hacerse la tonta es muy práctico en según qué situaciones. Claro que una sabe lo que está haciendo y puede: a)castigarse por no ser honesta o b) reírse un rato y obtener grandes beneficios.
    de hecho, lo único que hice fue enseñarle al señor mecánico que no sirve de nada hacer leña de la flor caída, máxime si la flor no se deja pisotear.
    Claro que me jodió no haber parado el coche sabiendo que debía pararlo. Claro que antepuse mis ganas de llegar a casa a la lógica de parar un coche que huele a chamusquina, pero de ahí a castigarme por mi error va un mundo. Me niego, no me da la gana, asumo el coste, el leve malestar que tenía conmigo misma y a otra cosa, butterfy.
    Yo ya hago demasiadas cosas bien, parar coches cuando es debido, no es una de ellas, ¿y qué?
    ;PPPP

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    Respuestas
    1. ¡Jope, Lola!
      Siento lo del coche, espero que lo arregle rápido "el colega"…
      Besosss

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